Patrimonio Cultural Inmaterial: las TAPAS










Resolución de 2 de febrero de 2018, de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, por la que se incoa expediente de declaración de la tradición cultural de las Tapas como manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.


Origen 
Como suele suceder con muchos otros elementos del patrimonio inmaterial, la referencia al origen de la tapa en la alimentación y en las costumbres sociales se refiere como inmemorial. 
– Leyendas de origen. Existen numerosas narraciones sobre el origen de las tapas que vinculan el inicio de su práctica con diferentes momentos, circunstancias y personajes. Vila-San-Juan (1971) hace referencia a la vinculación del origen de las tapas con el rey Sabio, una de las historias más repetidas en la literatura sobre el tema. La implicación de este monarca en el nacimiento e implantación de las tapas en nuestro país tiene pequeñas variantes, pero la explicación más frecuente habla de una dolencia que padeció el rey. Como tratamiento, se le indicó la necesidad de tomar vino con una cierta frecuencia a lo largo del día. Para evitar los efectos del alcohol, el rey empezó a acompañar la ingesta con pequeñas cantidades de alimento. En un sentido similar, también se considera el nacimiento de la tapa con la necesidad de ingerir alimento en algunos trabajos de campo o con un importante componente físico. Otra historia vinculada con el origen de la tapa la relaciona con los Reyes Católicos. Una primera versión hace referencia a que inventan las tapas en relación a un sistema de alimentación rápida en tiempos de campaña. Es frecuente encontrar en la historia que el rey Alfonso XIII y/o Fernando VII en Cádiz pidió bebida reclamando que, para que no entraran moscas e impurezas en el vaso, se cubriera la boca del mismo con una loncha de jamón. El tabernero llamó a la loncha «tapa», viniendo de aquí el nombre. 
– Otras referencias de origen. Algunos autores han querido encontrar alguna referencia al origen en algunas novelas picarescas o, incluso, en el propio Quijote. Si bien es cierto que las referencias a la gastronomía son frecuentes en el género y en la inmortal novela de Miguel de Cervantes, la búsqueda de alusiones a las tapas ha resultado infructuosa. 
– Origen probable. Parece haber una cierta coincidencia en buscar el origen del tapeo en Andalucía a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. En la revista La Alhambra, publicada en Granada en 1911, aparece la primera referencia documental a las tapas. Por otro lado, existen especialistas como Duhart que se inclinan por apuntar que el origen de la tapa no nació como costumbre popular, sino en locales de moda elitista de Andalucía, en el nacimiento de una nueva forma de comportamiento social de comer bebiendo y que pasaría a convertirse en patrimonio popular con la mejora económica. Cómo se difunden las tapas por todo el territorio nacional, es otro tema todavía confuso. Durante la postguerra, periodo de penuria económica, se recurre al bar como alternativa de ocio por lo relativamente económico y a la tapa como alternativa al restaurante. Un momento en el que el consumo de pequeñas porciones de comida, fruto de la necesidad, se convierte en la opción más viable. Esta situación nos indica el uso tradicional de la taberna como espacio de ocio de las clases populares que, finalmente, son las responsables de su generalización.


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